TIJUANA, B. C., A MIÉRCOLES
30 DE ENERO DE 2013.- Con la finalidad de
propiciar una mayor seguridad y participación ciudadana entre la comunidad
escolar, el Sistema Educativo Estatal (SEE) llevó a cabo la Capacitación del Programa de Escuela Segura, en la
cual 122 escuelas se vieron beneficiadas a través de un sistema de monitoreo
que consta de 4 cámaras de vigilancia con señal directa al Centro de Control y
Mando (C4). La empresa de Seguridad
Fortaleza brindó asesorías a docentes y directivos de jardines de niños, primarias y secundarias.
El Programa Escuela Segura
se puso en marcha para instrumentar estrategias que favorezcan la convivencia
democrática y armónica entre los diferentes actores de la comunidad escolar así
como para reforzar el papel de la escuela en la construcción y renovación de
valores y actitudes cívicas. Es un logro importante en la estrategia nacional,
para conformar comunidades seguras e integradas en donde niñas, niños y jóvenes
son los protagonistas de un movimiento que busca arraigar en la comunidad una
cultura de paz y responsabilidad social.
Es una oportunidad para
desarrollar, en los educandos, herramientas para la prevención las cuales les
hacen competentes para la convivencia ciudadana al promover en ellos un alto
sentido de responsabilidad hacia sí mismos y hacia quienes les rodean.
Centra su atención en aquellas situaciones que representan riesgos para el bienestar y la convivencia escolar. Entre tales situaciones se destacan aquellas relacionadas con diversas manifestaciones de violencia, el consumo de sustancias adictivas y prácticas delictivas. Todas ellas merman los vínculos de confianza para emprender acciones orientadas al logro de aprendizajes.
Por ello, el Programa representa una contribución al desarrollo de competencias ciudadanas. Tales competencias implican un aprovechamiento de los aprendizajes que se promueven desde el currículo para el conocimiento y cuidado de sí mismo, la resolución no violenta de conflictos, la autorregulación y el ejercicio responsable de la libertad, y la participación social. De este modo, las acciones del programa implican la identificación y el establecimiento de formas de convivencia donde prevalezca el respeto, la solidaridad, la seguridad, el buen trato, la responsabilidad, la colaboración y la justicia.
Centra su atención en aquellas situaciones que representan riesgos para el bienestar y la convivencia escolar. Entre tales situaciones se destacan aquellas relacionadas con diversas manifestaciones de violencia, el consumo de sustancias adictivas y prácticas delictivas. Todas ellas merman los vínculos de confianza para emprender acciones orientadas al logro de aprendizajes.
Por ello, el Programa representa una contribución al desarrollo de competencias ciudadanas. Tales competencias implican un aprovechamiento de los aprendizajes que se promueven desde el currículo para el conocimiento y cuidado de sí mismo, la resolución no violenta de conflictos, la autorregulación y el ejercicio responsable de la libertad, y la participación social. De este modo, las acciones del programa implican la identificación y el establecimiento de formas de convivencia donde prevalezca el respeto, la solidaridad, la seguridad, el buen trato, la responsabilidad, la colaboración y la justicia.
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