ENSENADA,
B.C. A 30 DE OCTUBRE DE 2012.- El Sistema Educativo Estatal con
el apoyo de la escuela secundaria técnica No. 19, recordó con un altar de
muerto al Lic. Francisco Blake Mora ex Secretario de Gobernación.
Una de las tradiciones más arraigadas en nuestro
país es el culto a los seres queridos que murieron y que los mexicanos lo
hacemos manifiesto a través de lo que llamamos “Altar de Muertos”.
El Centro de Gobierno es el lugar donde se aprecia
el reconocimiento que el Sistema Educativo brinda al funcionario destacado a
nivel nacional y nativo de Baja California, Francisco Blake Mora, con el
objetivo de recordar su trayectoria así como seguir preservando la tradición de
día de muertos a celebrarse el próximo 2 de noviembre.
La Delegada del Sistema Educativo Estatal (SEE), Ana
Gloria Pedrín Cisneros, al hacer el uso de la voz en la ceremonia de presentación
de los altares de muertos, manifestó su placer por poder reconocer la
trayectoria del Lic. Blake Mora, y su beneplácito por el apoyo de los maestros
Jesica Fajardo, Verónica López, Elisa Abitia y José Luis Hernández, maestros de
la secundaria Técnica No. 19 responsables de elaborar el altar, y al personal
del SEE por proporcionar los materiales y objetos.
Por su parte la profesora Beatriz Rubio directora de
la secundaria No. 19 habló sobre el significado de cada uno de los artículos que
conforman el altar de muertos, pan de muertos,
calaveras de azúcar, flores de cempasúchil, comida, incienso, veladoras,
cirios, agua, mezcal, tequila, objetos e imágenes del difunto, entre otros.
De igual manera Pedrín Cisneros dio lectura al
desempeño del finado funcionario público quien fue regidor del XV Ayuntamiento
de Tijuana, Diputado federal, Diputado del Congreso de Baja California,
Secretario General de Gobierno del Estado y Secretario de Gobernación hasta su
muerte.
Mexicano honesto, trabajador, leal, patriota,
comprometido con las mejores causas del país, político congruente, que llevaba
sus actos a la altura de sus ideales, buen ejemplo de su generación y de su
tiempo, y cuya acción estuvo siempre guiada por la vocación de servicio a
México, forjador en la cultura del trabajo, el esfuerzo y la perseverancia,
resaltó la Delegada.
La tradición dice que para realizar el altar, el difunto debe tener por lo menos un año de fallecido.
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