MEXICALI, B. C., VIERNES 10 DE MAYO DE 2013.- El Sistema Educativo Estatal entregó certificaciones a preescolares de la zona 57, por demostrar cero fugas en sus instalaciones eléctricas e hidráulicas.
Con esta acción se busca alcanzar la meta de ahorro de 100 millones de litros de agua y 1 millón de kw de energía eléctrica aplicándolo en 500 centros escolares en el Estado.
Los preescolares certificados fueron: Piltontlicaly, Octavio Paz, Héctor Terán Terán, Xochimilco, Diego Rivera, Centro Integral Centenario Las Lomas (matutino y vespertino), Alberto Bruce Sabin, Dolores García, Cinco de Mayo y María Cristina Ramos de Hermosillo.
Edith Guzmán Callejas, directora del preescolar María Cristina Ramos de Hermosillo y Sandra Talamantes, directora del preescolar CEI Las Lomas, vespertino, expresaron que la certificación es una oportunidad de colaborar con el ahorro de agua y energía eléctrica y a la vez ayudar en la situación mundial de la sustentabilidad.
Dijeron que participar en esta certificación fue un reto, pero recordaron que recién se certificaron como directoras en Gestión Escolar en el Programa Escuelas de Calidad y eso les impulsaba a aceptar este otro desafío.
Con este tipo de acciones y con el concurso de las directoras y directores de los planteles escolares, el SEE busca mejorar las instalaciones y eficientar los servicios de agua y energía.
Actualmente son ya alrededor de 27 preescolares los que se encuentran certificados y se tienen 72 escuelas revisadas que están en proceso de certificarse. Con esto, dicha acción comenzará a aplicarse en primaria y secundaria.
Durante el proceso de certificación, las escuelas reciben un diagnóstico de sus instalaciones para que las adecuen y eliminen fugas de agua y luz ya sea reparando las necesarias o instalando válvulas ahorradoras, llaves de push, sistemas controladores de irrigación, lámparas de iluminación eficiente, focos ahorradores, mingitorios secos y/o sensores de movimiento.
Tres son los beneficios que obtiene una escuela certificada como ahorradora: Desarrolla en la comunidad educativa una cultura ecológica que promueve en niños y jóvenes el valor de la responsabilidad por el cuidado de la naturaleza. Mejora sus instalaciones y equipos, con lo cual contribuye a la calidad educativa y a optimizar el recurso de Beca Progreso, y libera recursos para atender otras necesidades del centro educativo.
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