PARTICIPAN DOCENTES DE SECUNDARIA EN TALLER “PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA EN LA ADOLESCENCIA”

TIJUANA, B.C. A 08 DE MARZO DE 2012.- Con el propósito que los docentes a través de la reflexión personal valoren como influyen en la prevención de la violencia en secundaria, por medio del análisis de su práctica cotidiana y su relación con los alumnos, la Coordinación Estatal de Formación Continua de Maestros en Servicio ofreció el taller “Prevención de la violencia en la adolescencia”, diseñado por la Psicóloga Griselda Robles Ruvalcaba.

Con este taller se da continuidad a los procesos de formación de los docentes de educación básica en temas de equidad de género y prevención de la violencia, por lo que el Sistema Educativo Estatal ha adquirido el compromiso de ofrecer en este caso, a los profesores de secundaria los conocimientos que traducidos a prácticas educativas, promuevan la igualdad entre hombres y mujeres, prevengan la violencia y en particular la de género.

En el taller participaron docentes, orientadores educativos, asesores técnicos pedagógicos y directores de educación secundaria, quienes a lo largo de cuatro horas de trabajo, revisaron las definiciones necesarias en relación a la violencia en la adolescencia, las relaciones entre género y violencia de género (relaciones de poder y violencia escolar) así como la resolución de conflictos y propuestas de derechos humanos (autoestima y empatía, lenguaje sexista, acciones afirmativas, entre otros).

Previo al taller impartido por la psicóloga Martha Lizárraga Sánchez de la Coordinación Estatal de Formación Continua de Maestros en Servicio, por la Profa. Alejandra Benítez del Centro de Maestros II de Tijuana y por la propia diseñadora del material, la Coordinadora de la Unidad de Menores Infractores de la Dirección de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Mexicali impartió la conferencia en materia de Conductas violentas en los centros educativos.

Es importante resaltar que las condiciones del contexto social afectan lo que sucede al interior de las aulas, en ese sentido es el contexto sociocultural quien justifica, promueve o tolera la violencia y en esa medida contribuye a marcar la desigualdad de las relaciones entre mujeres y hombres. Los prejuicios sociales, las creencias, las ideas y las prácticas que se ostentan como naturales y como verdaderas llevan en ocasiones a aceptar como normal la discriminación y algunos tipos de violencia, expresó la psicóloga.

La intención es que los participantes apliquen en sus centros de trabajo las estrategias propuestas con la finalidad de favorecer el desarrollo integral del adolescente y en particular influir en el nivel de violencia percibida en cada uno de sus espacios laborales.